Capítulo 11. Mécanica de formas

El movimiento del Tao es retornar;
el uso del Tao es aceptar;
todas las cosas derivan del Tao,
el Tao no deriva de ninguna.

Tao te ching, Lao Tse




11.1. Introducción a la mecánica de formas


La idea básica de la mecánica de formas me es sugerida a principios del año 2002 cuando escribí El libro de la llave de la distancia como un modo de describir un proceso que venía observando hacía unos meses atrás. Cuando hice público este poema, muchos me escribieron pidiendo una explicación detallada de lo que expresaba; escribí esa explicación y también la hice pública, y entonces muchos otros me escribieron diciendo que les parecía innecesaria y que nada había en mi explicación que no hubieran deducido previamente del poema. Al presente, no he encontrado desarrollos de otros autores que sean equivalentes a lo que he llamado mecánica de formas; pero es lógico pensar que tales desarrollos han de existir.

La mecánica de formas es un modelo que pretende permitir el análisis el universo y su comportamiento, intentando ser aplicable en cualquier contexto. Es un modelo que puede servir para complementar o echar luz sobre otros modelos o sistemas y que pretende ser simple, flexible y abstracto.

La flexibilidad, la simpleza y lo abstracto vienen dados por el elemento fundamental del modelo que es la forma: un concepto que intenta englobar cualquier cosa que pueda tener existencia. Luego el universo, o un proceso dentro del universo, es analizado y descrito en base a la determinación de las formas implicadas y al modo en que dichas formas interactúan.

Ahora una aclaración: La mecánica de formas es un sistema sobre el cual cada alma debe construir; tomado en forma cruda su utilidad, como camino hacia Dios, hacia la realidad última, está  severamente limitada.



11.2. Elementos de la mecánica de formas


Se describen a continuación los diferentes elementos que constituyen el modelo; el elemento fundamental es la forma y el resto de los elementos complementan a este elemento proporcionando, en conjunto, un marco sobre el cual trabajar.

• Forma: Una forma es todo lo que tiene existencia en el universo. Puede tener carácter visible o invisible. Puede ser pensamientos, sentimientos, ideas, deseos, energía, gestos, sonidos, personas, objetos animados e inanimados, símbolos, palabras, espacio, tiempo, mente, espíritu, etc. Puede ser emitida, percibida, recibida, y transformada.

• Entidad: Una entidad es una forma sujeta al pensamiento o que es objeto de pensamiento. Las personas son entidades así como las cosas que son objeto de sus pensamientos. El adquirir carácter de Entidad es una características de las formas, en cuanto que al ser consideradas se está estableciendo una identificación con ellas; esto es, una forma es temporalmente una Entidad mientras sea objeto de consideración. Una forma consciente de sí misma es siempre una entidad.

• Medio: Un medio es el ámbito o plano donde se emiten, reciben, y tienen existencia las formas. El modo en que una forma es emitida, recibida o existe es dependiente del medio.

• Vínculo: Un vínculo es un canal o lazo, que existe temporal o permanentemente entre dos entidades, sobre el cual se propagan formas (sin ser la existencia de un vínculo una condición necesaria para tal propagación). Un vínculo puede, en ocasiones, ser detectado por las entidades que conecta.

• Flujo de formas: Un flujo de formas es un conjunto de formas en tránsito o movimiento. Un flujo puede ser dirigido: formas emitidas por una entidad para ser recibidas por otra; o puede ser disperso: formas emitidas sin un destino fijo o determinado.

11.3. Postulados de la mecánica de formas


Para que el modelo resulte completo es necesario definir algunos postulados, no necesariamente ciertos, con el fin de que la aplicación de la mecánica de formas permita logros tanto teóricos como prácticos.


a) Toda forma es completa en sí misma

No existe algo como una forma parcial; toda forma, en perfecto acuerdo con su significado particular, es completa en sí misma.


b) Todas las formas son o han sido emitidas por otra forma. Toda forma tiene su origen y/o procede de otra forma.

Una forma adquiere existencia como manifestación o producto de una forma preexistente.


c) Las formas pueden mutar o ser transformadas.

Es propiedad inherente a las formas la capacidad de mutar o de ser transformadas debido a la interacción con otras formas.


d) Una forma puede influir sobre sí misma o sobre otras formas.

Los cambios que se producen en una forma son el resultado de interacciones con otras formas o con ella misma.


e) Una forma puede existir en varios medios simultáneamente.

Pudiendo existir en varios medios, aunque haya divergencias en cuanto a su aspecto exterior o el modo en que es percibida en cada medio, una forma mantendrá, en esencia, su naturaleza.


f) Una forma puede trascender o propagarse entre distintos medios.

Una forma emitida en un medio puede ser recibida, detectada, o incorporada, en otro medio.


g) Un conjunto de formas es también una forma y una forma es también un conjunto de formas.

Un conjunto de formas, considerado en forma completa, es también una forma; así mismo es posible separar una única forma en un conjunto de formas que la compongan. Es factible dada una forma encontrar otra forma que la complemente.


h) El universo es un conjunto de formas influyendo sobre sí mismo.

Los cambios en el universo son el resultado de interacción entre formas que lo componen; o lo que es equivalente, el resultado de la interacción consigo mismo.


i) Toda forma está sujeta a un flujo normal o natural de acuerdo al universo.

Toda forma está sujeta a un flujo en armonía con el universo (que es la forma a la cual pertenece). Por extensión si el flujo natural de una forma es alterado, tarde o temprano, la forma retornará a su flujo normal.


j) Sin importar cuales sean las propiedades de una forma, una entidad puede detectarlas

Toda entidad es capaz de detectar las formas que ha recibido o que ha transmitido sin importar las características particulares de dichas formas.



11.4. Del modo en que debe analizarse una forma


Para analizar una forma se la debe considerar completamente, con todos sus aspectos y rasgos; y se debe llegar a una definición clara y consistente de la forma en análisis. Si se falla en lo anterior, debería analizarse (al menos en una primera instancia) una forma más acotada, o más limitada, o más simple; la definición de una forma nunca debe tener agujeros.

Siempre se debe estudiar, de ser posible, el origen de la forma prestando atención a las causas y motivos de su existencia; esto es, la relación de la forma en estudio con la forma donde tiene origen.

Merece especial mención el estudio de las relaciones de una forma con el resto de las formas que participan de la cuestión en análisis. En general, una forma puede definirse claramente mediante las relaciones que tiene con otras formas; y así puede utilizarse el conocimiento que se tiene sobre una forma para develar las características de otra forma relacionada a la primera.

Además, deben considerarse las condiciones bajo las cuales la forma tiene o tendrá existencia. Estas condiciones están dadas por el estado del resto de las formas relevantes al problema en uno o varios puntos del espacio, el tiempo, la mente, y el espíritu. Muchos fracasos se deben a que se está considerando de un modo incompleto el estado de alguna forma o, lo que es aún más critico, a que no se está teniendo en cuenta una forma relevante al problema.

Si un evento parece casual es porque se está realizando un análisis de formas deficiente; ninguna forma tiene un comportamiento errático, azaroso, o caprichoso. El estado instantáneo de una forma puede depender de interacciones ocurridas en el pasado o que estén por ocurrir en el futuro (este último caso es la peor condición de trabajo, salvo que se esté trabajando con una forma prácticamente inaccesible a la razón como ser la cosa única y primordial, que algunos llaman Dios).

El análisis completo de una forma requiere considerar si la forma alterará a otras formas durante su existencia y si creará otras formas; y requiere determinar cual es el flujo natural o normal de la forma bajo las condiciones en estudio.

Por último, agregaré que al pensar se generan nuevas formas, como también se generan nuevas formas al mover levemente un dedo o al pestañear. El estado de una forma en un momento influye sobre el estado de las formas que la perciben, a veces desapercibidamente y a veces notoriamente; en ocasiones, la palabra que pronunciamos hoy tiene efectos gigantescos en el futuro.



11.5. De la percepción de formas


Las personas perciben todo el tiempo formas sea conciente o inconscientemente. En toda percepción de una forma siempre hay más o menos detalle, siempre se pone más o menos atención.

Todas las formas percibidas son siempre comparadas con formas percibidas anteriormente; de aquí que muchos de los llamados deja-vu no son más que el recuerdo de un conjunto de formas o de una forma similar a la que se acaba de percibir. Cuando una forma es percibida, en general, es mutada o transformada primero inconscientemente y luego si llega a ser objeto de pensamiento conscientemente. Lograr percibir sin transformar no es imposible pero debe invertirse una cantidad razonable de tiempo y trabajo (los métodos para conseguir esto se encuentran fuera del alcance de esta obra).

La percepción completa de una forma requiere fijar deliberadamente nuestra total atención sobre ella, e incluso identificarnos con ella; por supuesto que el realizar estas cosas puede alterar el estado de la forma en cuestión, del mismo modo que cuando percibimos una forma nuestro estado es alterado.

Especial énfasis debe ponerse al estudio de la percepción inconsciente de formas; las formas percibidas no siempre llegan a ser percibidas conscientemente pero, no obstante, tienen impacto sobre las personas a corto o largo plazo y en mayor o menor grado.

Resulta de interés aclarar, que las personas también generan y emiten formas inconscientemente y que estas formas interactúan, de acuerdo a su alcance, con otras formas que pueden tener características muy diferentes.

La clave para una correcta percepción de formas es lograr una percepción limpia (sin modificar la forma), comprender el modo en que la forma nos está afectando, y poder determinar el origen de la forma.



11.6. Del flujo de las formas


Todas las formas tienen un flujo que puede ser disperso o dirigido; en general, una forma tendrá un destino que es el motivo de la generación de la forma o una característica u objeto primordial de la misma. Cuando el destino tiene especial énfasis en el proceso de generación de la forma, el flujo se vuelve dirigido y muy probablemente será percibido por la forma de destino; de otro modo, el flujo es disperso y la forma queda como flotando hasta que se desvanece. Sobre el desvanecimiento de formas debe consignarse que las formas se desvanecen, en ocasiones, solo aparentemente para resurgir posteriormente.

Por otro lado, todas las formas tienen un flujo natural o normal lo que implica que una forma presenta un movimiento o una evolución de acuerdo a las leyes que la gobiernen en el medio que le corresponda. No se debe modificar el flujo natural de una forma (esto puede hacerse mediante la generación y aplicación de otra forma) sin antes estudiar las consecuencias y el impacto de tal modificación.


11.7. De los vínculos


Muy a menudo, entre un conjunto de entidades se establece un vínculo temporal o permanente que funcionando a modo de canal permite un flujo dirigido, claro, y fácilmente perceptible de formas entre las entidades involucradas. Cuando existe un vínculo las formas afectan con mayor grado a la entidad de destino produciendo cambios con mayor facilidad.

Resulta de interés el poder detectar en que momento es accesible un vínculo con una entidad, sea porque es deseable interactuar o actuar sobre dicha entidad o por el solo hecho de que dicha entidad puede comenzar a enviar formas hacia nuestra persona. En general, un vínculo es accesible cuando repentinamente la entidad en cuestión se vuelve objeto de nuestro pensamiento (es decir cuando “por casualidad” comenzamos a pensar en esa entidad) o cuando hemos estado pensando muy atentamente en dicha entidad; los vínculos que se vuelven accesibles del primer modo suelen ser más fuertes que los que se vuelven accesibles del último modo mencionado.

Cuando se detecta que se ha hecho accesible un vínculo con una entidad puede generarse y enviarse un flujo de formas hacia la entidad; si se logra un flujo de formas completo y natural se estará en el mejor de los casos y existirá una alta probabilidad de que la citada entidad sea afectada por el flujo.



11.8. Teoría del caos


Resulta de interés realizar un breve comentario sobre la teoría del caos (que es una teoría científica utilizada en varias disciplinas, como ser la matemática y la física teórica); en particular, comentaré sobre el concepto de caos en el tiempo.

Todo sistema (toda forma), capaz de cambiar, evoluciona a partir de un conjunto de condiciones iniciales (de un estado original); la teoría del caos postula que una variación mínima o infinitesimal en las condiciones iniciales provoca una variación gigantesca en las condiciones finales del sistema (estado final). A menudo, lo anterior, se denomina “efecto mariposa”: Si una mariposa mueve las alas hoy en alguna isla del caribe, puede provocar o evitar un tornado en Europa dentro de un mes.

El dictamen precedente permite sacar conclusiones muy interesantes. Por un lado, parece confirmar la posibilidad de la Magia; y por otro lado es un llamado de atención para el Mago que debería analizar y estudiar los efectos de sus acciones a corto, mediano, y largo plazo. Además, está de acuerdo con varias observaciones realizadas en capítulos anteriores; entre las que deseo destacar el hecho de que no es necesario recurrir a fuerzas sutiles ni realizar complejos y extenuantes rituales para conseguir ciertos objetivos.

La mecánica de formas propone un universo dinámico donde todo interactúa e influye constantemente sobre todo; donde las formas se generan y se desvanecen casi incesantemente impactando y transformando a otras formas.

A menudo, una forma simple y pequeña, que fácilmente puede pasar desapercibida, produce grandes cambios al desencadenar una cadena de interacciones entre formas incluso aparentemente no relacionadas.